lunes, 13 de agosto de 2012

La historia oculta de “Air”

                                                    


Conocen la historia, conocen el idilio jugador franquicia, pero quizás no conozcan las dudas del principio, que como en toda relación, hubo. Sí, habló de Michael Jordan y los Chicago Bulls, y de ese draft de 1984, de aquel 19 de junio que pasó a la historia por concebir al más grande jugador que ha dado el deporte de la canasta. Porque la historia pudo ser otra, una simple llamada separó a Jordan de viajar hacía Houston, no como número 1 sino como acompañante de Akeem Olajuwon. Y la verdad es que de haber llegado esa llamada, los Chicago Bull hubieran aceptado con los ojos cerrados. La historia oculta de Michael Jordan, la historia que pudo cambiarlo todo en la NBA.

Obviamente, el día clave fue el 19 de junio, pero como ya se sabe lo que ocurre con los picks de los drafts, su atribución viene antes incluso de saber la posición de los equipos en la temporada. En 1984 no existía la lotería, se impondría después, el número 1 del draft se lo jugaban a cara y cruz los dos peores equipos de la NBA, también sabemos cual fue el resultado, pero conviene explicar el movimiento de equipos y picks, porque además el revuelo que armó la elección de los números obligó a la NBA cambiar el formato del drat, al que conocemos actualmente.
                                                     



                                                        

 Mediados de la temporada 83/84, Houston toma una decisión polémica irá decididamente hacía el número 1 del siguiente draft, a pesar de que en el anterior ya obtuviera el 1 Ralph Sampson y el 3 Rodney Mcray. Las medidas que tomaron fueron sentar a Sampson y darle minutos al veterano Elvin Hayes, con 38 años jugo en el último partido 35 minutos, y en el penúltimo 53, ambos se saldaron con derrotas. Houston lo había conseguido, estaría en el sorteo por el número 1.

En el este la cosa estaba reñida, Pacers y Bulls se jugaban “ganar” la cuchara de palo, aunque los Pacers ya no poseían esa posibilidad porque se la malvendieron a los Blazers. Dallas también estaba metido en el meollo puesto que tenían la elección de Cleveland pero el cambio de jefe en los Cavaliers, los hermanos Gund obtuvieron la franquicia del demencial Ted Stepien, les dio la suficiente estabilidad como para no acabar últimos, lo que llevo a Dallas a elegir en la cuarta posición. Al final quedo así, Blazers y Houston se jugaron los dos primeros números, luego eligirían Bulls, Dallas y Sixers (que recibieron el pick de los Clippers, penúltimos en el oeste).

Con el orden aclarado, una nueva duda estaba en el aire, Pat Ewing podría presentarse a ese draft para unirse a los dos jugadores de mayor talento de esa generación, Olajuwon y Jordan. Probablemente hubiera sido una gran noticia para los Blazers, que le hubieran elegido sin lugar a dudas. Pero a las franquicias les gusta jugar con las reglas, Houston contrató al presidente de los Clippers Alan Rothenberg para que hablará con Ewing y Olajuwon, algo que la NBA prohibe y prohibía totalmente. Según Houston fue sólo una información adicional para que conocieran un poco sobre el funcionamiento de la liga, se saldo con un multa de 250.000$ y la no inscripción de Ewing. Por lo tanto Jordan y Olajuwon pasaron a ser los dos jugadores codiciados por las franquicias, así se lo habían echo saber al bueno de Dean Smith, que sabía como moverse para que sus jugadores, recordar que fue uno de los más famosos entrenadores de North Carolina, estuvieran en lo más alto del Draft.

Lo de Houston parecía intocable con Olajuwon, pero el otro gran jugador Michael Jordan no lo tenía tan claro hasta que Stu Idman aseguró que los Blazers escogerían a Bowie si pasaba el reconocimiento médico, fueron más de cinco horas pero lo pasó, Jordan caería al tres. Con todo cerrado, se llega al momento cumbre el momento de los rumores, negociaciones y traspasos. La franquicia que más nombres puso en la mesa fueron los Sixers, quizás porque su entrenador por aquel entonces Billy Cunnigham tuviera pasado en la Universidad donde jugaba Jordan, North Carolina. No se sabe, pero los Sixers ofrecieron a su escolta titular, Andrew Toney, más su elección número cinco del draft. Pero Toney estaba lesionado, y la oferta fue rechazada. En una última oferta se llegó a incluir a Julius Erving, hay que reconocer la fe en Jordan, a pesar del revuelo que se formó cuando los Sixer intentaron traspasarlo a los Clippers, dicen que se temió que Philadelphia estallase en una guerra civil. No se concretó, y Jordan seguía siendo la baza de los Bulls, hasta que en Houston se encendió un bombilla. Alguien pensó en traspasar al nº1 del pasado draft Ralph Sampson a cambio de Jordan, a los Bulls se les encendieron los ojos, un alero por un pívot de 2,20, que además fue rookie del año... ¿Dónde había que firmar? Seguramente más de uno en Chicago se relamió pensando en traer a Sampson, al final fue Houston quien no se atrevió.

                                                  

 Muchos pensaran que podría haber pasado eso como cualquier otra cosa, sí quien sabe... quizás si a Sampson le hubieran respetado las lesiones la mejor pareja de la NBA hubieran sido las torres gemelas de Houston, aunque recordar lo cerca que estuvo haberse cambiado la pareja Jordan Pippen por Jordan Olajuwon bien merece recordarlo. 

Autor: Pedro Ruiz.
@pedritoRiaza

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