domingo, 22 de abril de 2012

Houston Rockets: Guerra en el Oeste.


                                                            

A falta de 3 partidos para el final de la regular season solo se puede definir la temporada de los Houston Rockets en unas palabras. Una auténtica montaña rusa.

Y es que a principio de la temporada 2011-2012 había una gran incertidumbre sobre el futuro de la franquicia. Ya desde la temporada anterior se auguraba un cambio en el equipo. Después de 4 años, Adelman abandonaba el barco rumbo a Minnesota, para traer justo a un entrenador que solo se había movido un par de años por la tranquila ciudad de Minneápolis, el ex-celtic Kevin McHale, y que habia pasado la temporada 2008-2009 con más pena que gloria.

A pesar de todo, el núcleo central del equipo se mantenía. La noticia de que Yao Ming, estandarte de la franquicia durante años se retiraba, no sorprendía a nadie. A penas había jugado un puñado de partidos en los últimos años, y su pie le había dado demasiados problemas.

Con la salida de Check Hayes, el puesto de 5 se quedaba huérfano, siendo uno de los grandes problemas, a lo cual se sumaba que apenas había tiempo para conseguir un pívot decente en el mercado después del lockout.

Del draft apenas se había podido rescatar nada: Morris desde Kansas y Parsons. Motiejunas tendría que esperar.

Después de un tiempo de lockout, la liga volvería a abrir sus puertas con más ganas que nunca, en una intensa temporada de 66 partidos. El objetivo principal era colarse en PO de una vez por todas.

El 26 de diciembre los Rockets debutarían con una derrota contra los Magic, y con un quinteto lleno de dudas: Lowry-Martin-Budinger-Scola-Hill. No daría buenos resultados, con un pésimo record de inicio de temporada de 2-6. Y es entonces cuando se consiguió contratar a Dalembert para conseguir asegurar el puesto de 5. No era de lo mejor que había, pero enseguida encandiló a toda la grada del Toyota Center con su intensidad defensiva y su capacidad reboteadora y taponadora. Además, el rookie Chandler Parsons empezaba a destacar, y McHale decidiría darle una oportunidad en el quinteto titular para reservar a Budinger de sexto hombre. Parson sería titular hasta final de temporada, y entrando en el rookie ranking como uno de los mejores novatos de la liga.

Luis Scola
                                                       

Parece que la temporada no estaba pérdida. Martin seguía aportando sus 18 puntos por partido, así como Scola estaba de segunda espada en anotación con 16 puntos. A pesar de todo, se notaba un poco de irregularidad en ambos, lo mismo que en la tónica general del equipo.

Pero en Lowry todavía había un destello de esperanza en la temporada. El guard, que había asumido los galones de base titular, se convertía en la estrella de los Rockets, con su juego atlético y su buena mejora en el tiro exterior. Con 15.6 puntos 5.3 rebotes 7.6 asistencias 1.9 robos y un 37.5% T3 que casi le valieron para entrar en el All-Star. A pesar de haber una fuerte competencia entre los guards del Oeste.
Kyle Lowry
                                                       

Así Houston llego con un buen record de 20-14 hasta llegar al parón del All Star, y sin demasiados representantes a pesar del buen balance del equipo. Tan solo Parsons a bordo del equipo del concurso de tiro con Texas (Y que a mi parecer, injustamente quedo fuera del BBVA Rising Stara Challenge) y Chase Budinger en un concurso de mates venido a menos.

Todo iba bien, pero después del All Star, a principio de Marzo los Rockets ya acumulaban 5 derrotas seguidas, siendo el Toyota Center el único lugar donde parecía con seguridad que iban a ganar. Para colmo el 7 de Marzo, Lowry, estrella del equipo jugaría su último partido en un mes, a causa de una grave infección gástrica. Tan sólo 5 días después, Kevin Martin, estilete ofensivo de los Rockets, padecía de una lesión en el hombro derecho y que aún a día de hoy le hace residir en la lista de lesionados. La cosa no iba bien, y para colmo aun había rumores sobre el traspaso que se quería realizar para obtener a Gasol, quizás a un precio demasiado alto, pero muy al gusto de McHale.

A diferencia de otros años con pésimas decisiones, parece que el GM, Morey, quería hacer la cosa bien. Y justo el día 15 de Marzo, el día límite para traspasar jugadores, los Rockets se deshacían de todos los jugadores sin papel en la rotación. Jordan Hill, sin apenas minutos desde la llegada de Dalembert, viajaría a los Lakers a cambio de Derek Fisher y una primera ronda de draft. Con Fisher se ejercería un buyout, por el cual se convertiría en agente libre, firmando más tarde con los Thunder. Por otra banda, Flynn, Thabeet y una segunda ronda de draft irían a Pórtland a cambio del eterno Samurái, Marcus Camby.

La lucha por los puestos de Playoff empezaban, y todavía había dudas de cómo se podría aspirar a entrar sin las dos estrellas. Al ver que la infección de Lowry era cosa seria, se dejo que Dragic, con una buena temporada como segundo base, asumiera un nuevo rol como base titular. Para conseguir un base de rotación, se le ofreció a Booykins un contrato de 10 días, y al ver que respondía, se le decidió contratar para el resto de temporada.

Courtney Lee, ocuparía el puesto de Martin, aumentando sus prestaciones hasta los 14 puntos y 4 rebotes como titular. Camby, siempre incansable, alcanzó el puesto de titular en pocos partidos, dejando partidos para la memoria como el que jugo contra los Suns (18 rebotes).

Y sin embargo, la joya de la corona era Dragic. El Esloveno se convertía en líder del equipo para volver a meterlos en Play Off, y pronto convertirse en un serio candidato a jugador más mejorado. Como titular sus números ascenderían hasta 18.5 puntos, 8.4 asistencias y 1.8 robos para poner a su equipo sextos de conferencia, por delante de los actuales campeones, los Mavericks. Desde la marcha de Lowry, un 11-6 hacía soñar con llegar lejos. Si se sumaba que Lowry volvía, la situación era inmejorable. Era 9 de Abril, y habían ganado a equipos como Lakers o Bulls. ¿Que más se podía pedir? Tenían pie y medio dentro de Play Offs. Y sin embargo, como he dicho a principio de artículo, la temporada es una auténtica montaña rusa, y la irregularidad volvía a aparecer en unos Rockets confiados y con vistas a la postemporada. A partir de ese día, encadenarían una racha de 6 derrotas, 4 contra rivales directos como Denver, Suns o Jazz.
                                         
GORAN DRAGIC
                                                     
Hoy, mientras escribo este artículo, quedan 3 partidos, estando a uno solo de los Suns por alcanzar los Play Off, e igualados con los Jazz. Warriors, Heat y Hornets. Menos en Miami, no parecen demasiado complicados. 3 partidos que pueden hacer que los Rockets jueguen por estar en la élite del baloncesto, o echar la temporada por la borda. ¿Podrán volver a subir como la espuma?

Ya veremos, porque la guerra continua en el Oeste, y los Rockets no han dicho todavía la última palabra.

Autor: Rafa de Benito
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3 comentarios:

  1. Así escriben los poetas del siglo XXI si señor, sigue así Rafa

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  2. Estupendo articulo. Mas no creo que este año Houston se meta en play-off. Tenian que haberse reforzado con Pau.

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  3. Bueno, ya con el partido de Miami, por desgracia los Rockets no se han metido en playoff, pero por lo menos me sirvió de inspiración para el artículo jajaja. Gracias a todos!

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