viernes, 22 de junio de 2012

MEGACONSTRUCCIONES




Mientras suena el Live at Tipitina's en los altavoces, me viene a la cabeza un nombre que nada le ha dado al mundo de la música, pero junto con sus compañeros formó una auténtica exageración de equipo al que solo el mejor Michael Jordan pudo dejar sin título alguno. Sin duda, esta asociación se debe a la mezcla étnica de la familia que da nombre al grupo que interpreta esta Masterpiece, los hermanos Neville, o como se les conoce en el mundo musical, The Neville Brothers, que para el caso es lo mismo. Art, Charles, Aaron y Cyrill, también Ivan, el hijo de Aaron componen esta legendaria banda de R&B y Soul que, como otras del área de New Orleans, muchos conocieron gracias a la serie Treme. El mestizaje de razas negra e india nativa americana les hace diferentes de todos los demás artistas, la voz de Aaron ayuda bastante, hay que reconocerlo, aunque para ver su lado musical indio en todo su esplendor el lector deberá conseguir algo de The Wild Tchoupitoulas, donde la familia Neville y más músicos que no vienen al caso sueltan sin tapujos todas las sabias enseñanzas de Manitú.

Poco más al Norte de Louisiana se hallan las Carolinas. A nosotros, buenos aficionados al deporte de la canasta, nos preocupan los acontecimientos que suceden más en la del Norte que en la del Sur y, aunque sea Duke la que esté más de moda en estos tiempos, hoy nos centraremos en un producto creado por sus grandes rivales: La Factoría, los Tar Heels o, como dicen en los Estados Unidos, North Carolina at Chapell Hill y en su número 1 del draft de 1986, Brad Daugherty, cuya mezcla racial idéntica a la familia Neville, no le llevó como a ellos por el mundo de la música sino que le hizo dar con sus huesos en el mundo de la canasta para alegría del que suscribe.

Su fama de blando, una especie de Pau Gasol de la época, se hizo patente tras un enfrentamiento con Vilanova y su duelo con Ed Pinckney. Le siguió hasta su retirada, cosa que no sucedió con Pat Ewing, anterior número 1 del Draft, al que Pinckney destrozó en la final universitaria del 85. Cuestión de gustos.

Los veranos son época propicia para la reconstrucción de plantillas NBA, o destrucción según el GM que la lleve a cabo. Philadelphia se encaprichó con Roy Hinson, espectacular PF de Cleveland y no dudaron en ofrecer su primera elección a cambio... antes del sorteo. El bombo caprichoso quiso que el nº 1 le cayera en suerte a Philadelphia y en Cleveland se frotaban las manos. Recibieron el 1 como pago por Roy Hinson y, junto con la elección nº 8, que les había correspondido en el sorteo, juntaron dos Top Ten en el Draft del 86. Así si se podía construir a gusto. Lenny Wilkens corría a cargo de dirigir en pista aquel proyecto.

No contentos con ello, a su elección de segunda ronda, unirían otra, ya que adquirieron los derechos del jugador que Dallas eligió en primera posición de la segunda ronda. Un base blanco, muy buen pasador y mejor tirador que venía de completar una muy buena carrera en Georgia Tech: Mark Price.
Mark Price
Me había quedado en la primera ronda. Daugherty era el nº1 indiscutible por lo que su elección estaba cantada, pero quedaba la 8ª. Habiendo salido el malogrado Len Bias, Chuck Person y el grupo de centers con demasiada afición al polvo blanco (Chris Washburn, Roy Tarpley, William Bedford...), se decidieron por un jugador de un college local, Miami Ohio: Ron Harper, un exterior anotador compulsivo, posición que necesitaban cubrir y que resultó todo un acierto, por encima de la nota patriótica de elegir a un jugador local tan alto. Luego ya en Clippers y, sobre todo, en Chicago, su rol fue cambiando al punto que el genial Andrés Montes lo ponía como el paradigma del trabajo desinteresado en favor del equipo “Intendencia” Harper.
Brad Daugherty

Ron Harper
La guinda del pastel la puso un PF elegido el año anterior en 2ª ronda que por oscuros motivos (mediaba una acusación de amaño de partidos), no disputó un solo minuto con Cleveland en su primer año, jugando en la USBL. Pero en el verano del 86, John “Hot Rod” Williams fue incorporado a Cleveland como miembro del equipo a todos los efectos, protagonizando una carrera espectacular a partir de entonces, casi siempre en calidad de sexto hombre.

John Williams

Recién acabada la final del 86 entre Houston y Boston, con título para los últimos, un tirador blanco, reserva en Houston tomó camino de Cleveland para unirse a esa pléyade de talento con ganas de comerse el mundo, su nombre Craig Ehlo. Un escolta genial al que, sin embargo, siempre se asociará por ser la víctima preferida de Michael Jordan en los sucesivos burreos a los que lo sometería en los años siguientes.

Graig Ehlo

Johnny Newman, fino alero más defensivo que otra cosa, sería la elección que faltaba por comentar en segunda ronda. No fue, sin embargo, en Cleveland donde daría su máximo nivel. Tuvo que aguardar un año a la sombra de Harper antes de ser traspasado a New York, donde sí rindió a un buen nivel en la posición de 3.

Mark West (el de los ladrillazos de @trecet), Tyrone Corbin (coach de Utah) y el hasta entonces decepcionante base Kevin Johnson (luego carrerón en Phoenix), completaban la plantilla.


Kevin Johnson
                                                        


La primera temporada finalizaron 9º en el Este con 31 / 51, pero consiguieron meter a 3 jugadores en el equipo ideal rookie: Ron Harper, John “Hot Rod” Williams y Brad Daugherty. Ninguno se llevó el Rookie of the year, marchó a Indianapolis a manos de Chuck Person.

Nota: John “Hot Rod” Williams no tiene nada que ver con el orondo John Williams que militó, entre otros, en el TDK Manresa el año que participó en Euroleague. Hasta en TVE le apodaban “Hot Rod” pero...

@quiquechust

1 comentario:

  1. OJO A ESTE BLOG CON NBA 80 GRACIAS POR HACER RECORDAR....

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