viernes, 6 de septiembre de 2013

UN TITANIC CONTRA UN ICEBERG

                                                     
En este artículo de reestreno en Unidos por el Basket, todo con el permiso del insigne manchego, cada vez más murciano, Jesús Morales (@jesus8233), me propongo llevarles geográficamente al estado de Oregón y su ciudad más importante, que no su capital que es Salem (esa sana costumbre americana decimonónica de nombrar la capital a otra ciudad que no fuera la más populosa de estado para evitar la corrupción), Portland, el enclave temporal sería el final de milenio, concretamente la temporada 99-00 y protagonistas absolutos de este viaje los Trail Blazers.
El roster del equipo durante este año fue unos de los mejores de la historia de la NBA, a su ya potente plantilla, venían de ser subcampeones de conferencia Oeste siendo duramente derrotados por los Spurs, se añadieron por orden cronológico de llegada Steve Smith, Detlef Schrempf y su gran fichaje vía Houston, Scottie Pippen, que dando el plantel de la siguiente manera:
Bases: Damon Stoudemire, base eléctrico, bajito y anotador que pensaba más en él que en el equipo, ídolo de la ciudad algo que peso en repescarle de Cánada; Greg Anthony, segundo base, jugador defensivo un corte que se puso muy de moda en esos años, un jugador limitado que hacía todo lo que mandaba el técnico, esta posición en el campo quizás sería el gran lunar del equipo durante la temporada.

                             
Escoltas y Aleros: Los puestos de 2 y 3 eran los puestos con más calidad del equipo, los titulares Steve Smith, jugador de seda, muy completo que hacía todo bien y una debilidad del que suscribe (al cual dediqué gran parte de un post en este mismo blog) y como alero titular estaba la antes citada adquisición estelar, el mejor meritorio de la Historia, el Robin del gran Air Jordan, el perfecto escudero, rebote, defensa, dirección y anotación, como diría Montes, Scooooootie. Siendo esta pareja estelar no se puede obviar la suplente, un incipiente Bonzie Wells que reclamaba minutos y un veterano Detlef Schrempf curtido en más batallas que también actuaba en ocasiones de falso 4, que puedo decir del alemán, que es unos de los mejores jugadores europeos de los últimos 30 años.

                                 
Ala-Pivots: En esta posición como diría un castizo, canela en rama, el titular era Rasheed Wallace, uno de los mejores 4 de esa generación de los Garnett, Duncan, además un jugador que se crecía ante grandes rivales y como dijo en una ocasión Duncan de los que mejor le había defendido, Sheed un jugador de raza y carácter quizás demasiado (ahí sigue su record de técnicas) que tocaría el cielo cuatro años después en Detroit. El sustituto en cancha de Wallace, era un tal Brian Grant, lucha, brega, rebote, defensa todo esto no exento de ser un correcto anotador, un tipo de jugador imprescindible en todos los equipos, que engancharía un super contrato en Miami de la mano de Pat Riley, reseñar que Brian durante algunos minutos formaría la pareja interior con el ex de North Carolina, en esta posición también jugó el amigo Pippen, para cubrir la cuota de minutos necesaria para toda superestrella, desplazado del alero por el gran rendimiento de “Alcatraz” Wells.

                              
Pivots: El titular era un mito, un grande, el rascacielos más alto de la ciudad, señores en pie con ustedes el gran Arvydas Sabonis “Sabas” para mí el mejor pivot de Europa que haya visto, tiro, intimidación y magia desde el poste alto y medio, inolvidable Sabas para los madridistas porque nos dio la última Copa de Europa en nuestras últimamente paupérrimas vitrinas. El suplente del lituano era un joven llegado del sur de Estados Unidos directamente desde el instituto llamado Jermaine O’Neal, que sería protagonista de una curioso capítulo que más adelante desvelaré, contaba con sólo 21 años y apuntaba lo que luego sería un pivot dominador durante años en la Liga.

                                    
En el puesto 11 de la plantilla estaban Stacey Augmon, que había entrado en el megatraspaso con Houston por Pippen, pero sería cortado por la franquicia texana y recuperado por los Blazers, que aportaba defensa en momentos puntuales y en el 12 un base veterano Gary Grant cuyos mejores años los había dado en Clippers, todo este arsenal se puso en manos de Mike Dunleavy, un técnico que había tenido una buena campaña de debut en Lakers, perdió las Finales contra Bulls, ajusticiando en Final de Conferencia a los Blazers, curiosamente, otras con más pena que gloria en Bucks y que dos años antes arribó en Blazers.

                             
Una vez hechas las presentaciones, ¿Cómo fue la temporada regular? Lo previsible con este plantillón, a modo de resumen, el primer mes 14 victorias y 3 derrotas, la marca en el parón del All Star era de 38-11 y al final de la regular season 59-23, consiguiendo el segundo mejor record de la existencia de la franquicia, sólo superados por los legendarios Blazers 90-91 con una marca de 63-19, como pueden comprobar se movieron siempre por encima del 70% de victorias, terminando segundos de la Liga en record por detrás de Lakers que acabaron con un estratosférico 67-15, pero ahora empezaba lo mollar del tema los Playoffs.
En primera ronda a 5 partidos les tocó en suerte Minnesota Timberwolves, un equipo correoso y con talento, formado por Garnett, Terrell Brandon, el malogrado Malik Sealy, Wally Szczerbiak, Joe Smith y ya estaba por allí Nesterovic, dirigidos por Flip Saunders, los Blazers se impondrían al final por 3-1, pero con partidos a cara de perro y tanteos bajos.
En semifinales de Conferencia, se preveía un choque de trenes entre los del Estado de Oregon y los Jazz de Utah, el doble finalista de NBA apenas dos años antes que conservaba intacto el esqueleto de equipo que los llevó al subcampeonato, esqueleto compuesto por Karl Malone, John Stockton, Jeff Hornacek, Bryon Rusell, Greg Ostertag y Bryon Rusell, cuya alta más destacable en el equipo era la del veteranísimo pivot Olden Polynice (a modo de curiosidad, el haitiano Polynice fue el jugador que en el draft de 1987 los Bulls mandaron a Sonics para conseguir los derechos de Pippen), lo que se intuía que podía ser una gran serie acabó con un claro 4-1 a favor de Portland, ganando la mayoría de los encuentros con amplias ventajas, una vez superado este escollo, los Blazers miraban con el cuchillo entre los dientes hacia California.
La excepcional final de Conferencia Oeste, que muchos consideraban que era la final real y que de ahí saldría el campeón de la NBA, empezó un 20 de mayo de 2000 en el Staples Center y se impusieron los Lakers por 109-94 con 41 puntos, 11 rebotes y 7 asistencia de Shaq, en Portland cabe destacar a un regular Pippen y a un productivo Wells desde el banquillo, en el segundo partido los Blazers apabullaron a Los Angeles con una gran actuación de Sheed, Smith y Pippen, el tercero fue para Lakers por un ajustado 93-91, el cuarto encuentro cayó también del bando californiano con un excelente tercer cuarto, con destacable contribución Rice y Harper ayudando a Shaq y Kobe, cuando en el ecuador de la serie se podía pronosticar un desenlace rápido, los dos siguientes partidos fueron para Portland con una aportación muy coral, quizás destacando Steve Smith en el sexto.

                                     

Todo quedaba pendiente para un dramático séptimo partido a disputar en Los Angeles, encuentro que llegó a su descanso con un tanteo de 39-42 y en el que en un tercer cuarto excelente de los Blazers comandados por Wallace llegaron al final del tercer periodo con una admirable renta de 13 puntos, el último cuarto de este partido creo que ya ha sido bastante contado, llegando a tener Portland 16 puntos de ventaja y cuando los Lakers reducían distancias, la única arma que se le ocurrió a Dunleavy de parar la sangría fue sacar a Jermaine para que hiciera faltas a Shaquille O’Neal, el archifamoso Hack a Shaq, buscar que fallase los tiros libres, coger el rebote y anular el ataque angelino. Desenlace final: Ridículo de Portland, victoria para Lakers que pasarían a las Finales contra Pacers consiguiendo el primer anillo del histórico three-peat 2000-2002 en el cual vimos la mejor versión de Twister.

A continuación se pueden ver los últimos minutos del 7º y último encuentro, que concluyó con el resultado de 84-89 para LA.





¿Cuáles fueron los problemas para que este gran roster no alcanzara la gloria? A mi modesto entender fueron cuatro, primero, chocarse con un equipo de leyenda como aquellos Lakers (algo que también pueden atestiguar los bellos Kings de Adelman), en segundo lugar, los más normal cuando juntas tanto talento en un vestuario, que el talento vaya acompañado de ego y eso es muy difícil de gestionar, el tercer problema, los bases, como he citado anteriormente los playmakers eran de todo menos constructores, uno pensaba en sí mismo y luego en los demás y otro excesivamente limitado en ataque, en último lugar y quizás el problema mayor, el entrenador, creo que Mike Dunleavy no estaba capacitado para llevar las riendas de este plantel con tanto talento y variedad, pero este error puede ser compartido con el General Manager y el dueño del equipo que deben controlar en manos de quién deja el gran patrimonio de la franquicia, de ahí el título un Titanic luchando contra un Iceberg cuya punta tenía nombres y apellidos, Shaquille Rashaun O'Neal y Philip Douglas Jackson.
Este ha sido el fin del viaje por la costa Oeste de los Estados Unidos, que espero les haya resultado tan ameno como a mí escribirlo y recuerden, la vida puede ser maravillosa y con baloncesto hay más posibilidades de que lo sea. 
Andrés Jiménez Núñez.
@Andrs13







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