lunes, 10 de junio de 2013

LA DELGADA LÍNEA GRIS


Reloj de posesión del Pabellón de la Fuente de San Luis

Siglo XXI, en plena era de la tecnología, Dios parece querer seguir dando de comer a todo aquél que no tenga dientes. TVE, poseedora de los derechos televisivos de la Liga ACB sin contraprestación económica a cambio, vuelve a hacer de las suyas y a tratar la competición de acuerdo a lo que le cuesta. Tratamiento cero. Los dos últimos domingos han sucedido hechos susceptibles de debate, con el FC Barcelona de por medio en general y Víctor Sada en particular. Los medios técnicos disponibles y las ganas, o mejor dicho, la falta de ganas de hacer bien el trabajo han dejado claro hasta al más escéptico que a TVE la Liga ACB le interesa lo mismo que a mí me importa si hoy hará buen tiempo en la Guayana Francesa.

 Esa ausencia de pruebas gráficas para apoyar los argumentos derivan en situaciones más o menos esperpénticas que terminan por ubicar a cada cuál en el lugar que le corresponde. Si bien hace 8 días desde medios de Barcelona se daba la consideración de error humano al posible error arbitral que beneficiaba al club que les da de comer, ayer la cosa cambió. Lo de ayer fue premeditado, alevoso y diurno. Los asesinos de Kennedy andaban sueltos por Madrid. Ahora a esperar que la discrepancia cambie de acera, que lo hará, y a seguir inflando el globo hasta que reviente 

 No voy a entrar a valorar si me parece bien o mal la actuación arbitral. Después de ambos partidos dije vía twitter lo que me parecía y ayer, encima, a Piti Hurtado y su vídeo no se les ocurre otra cosa que demostrar que no me había enterado de nada. La cosa por mi parte ahí se queda. Arbitrar es jodido no, lo siguiente, y lo digo con conocimiento de causa. No hice la mili, ni falta que me hizo, maduré con un silbato en la boca. Tuve dirigentes de todos los colores, malos, regulares e incluso buenos. Con algunos discrepé, pero con ninguno me sentí traicionado como me hubiera pasado de haber sido el árbitro (o Juez de Mesa) de cualquiera de los dos últimos partidos del Barcelona. El Director de Arbitraje, ignoro empujado por qué fuerzas, cruzó una línea que jamás debió cruzar. No contento con ello hoy lo ha vuelto a hacer.

 La semana pasada apareció en Radio Marca aparentemente para explicar el funcionamiento del reloj de 24 segundos. Hasta ahí nada que objetar. Habló contradiciéndose sobre el funcionamiento del aparato. Primero explicó mal la regla y luego dio otra explicación que se acercaba más a la realidad. Inocentemente el periodista le preguntó por la jugada de marras del Barcelona – Gran Canaria y el Director de Arbitraje, con la alcachofa delante, trató de explicarla. No podía dar crédito a lo que estaba oyendo. Ni José Plaza, legendario dirigente arbitral en fútbol, ni Angel Sancha en baloncesto habrían incurrido en un desliz de tal magnitud. 

 Tampoco voy a ir más allá con sus declaraciones, no es el tema. El tema, aplicable a cualquier ámbito laboral, es que un jefe opinó públicamente del trabajo de sus subordinados. Y menos mal que el periodista no estuvo muy hábil y no aprovechó la incontenible locuacidad del dirigente. Podía haber ardido Troya. Estuvo cobarde, disculpando al árbitro principal y dejando la puerta abierta a un error del operador de 24 segundos. Es como si el dueño de una emisora de radio sale al día siguiente en un medio diciendo que el programa de la noche anterior ha sido flojo pero que la culpa no la tiene el presentador sino el becario que le ha escrito el guión.

 La cosa empeora con cada considerando. El Director de Arbitraje es un cargo político. No tiene bagaje arbitral alguno. Es un ejecutivo con experiencia en despachos de entidades deportivas de nivel. Daba pena oírle explicar el tema de los 24 segundos, un aparato con su complejidad que dudo que haya manejado en su vida en ningún partido oficial. Según él, los árbitros estuvieron perfectos, quizá la mesa fue la que se equivocó. Hoy lo ha vuelto a hacer. Ha dicho que el arbitraje de ayer fue perfecto al 99'9 %. Ahora me pregunto, cuando las imágenes dejen mal a los árbitros ¿qué hará?, ¿se esconderá y no hablará?, ¿dirá que han estado mal?, ¿La mesa?, ¿los micrófonos?. Los lunes del Presidente en versión Departamento Arbitral

No reproduciré ninguno de los inputs que me llegaron desde el Ebro sobre su persona. Dejó una huella imborrable en el CAI Zaragoza, me quedó claro. En varias federaciones territoriales los anotadores le hicieron el árbol genealógico. En reuniones técnicas de árbitros se puso como ejemplo de cómo no debe actuar un dirigente. Sus subordinados, algunos, están “contentos” con su aparición en la radio. Se ha cruzado la línea que separa la corbata del uniforme gris. Lo terrible del asunto es que, una vez cruzada, no hay vuelta atrás.

Autor: Quique Chust
Twitter: @quiquechust

2 comentarios:

  1. Buen artículo, al final me parece todo un despropósito de la liga. Mala cobertura televisiva, no instant replay en los dos casos polémicos, el hecho que comentas... En fin, parece que nos queda mucho por hacer en la ACB.

    Saludos.
    Jaume Tarragó

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  2. Información y opinión justificada. A quien corresponda que actúe.

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