LA NUEVA CE’LIN’CIENTA
En poco menos de 15 días, el estadounidense de origen taiwanés Jeremy Lin ha pasado de dormir en el sofá de su compañero Landry Fields a estar entre los 10 nominados en la carrera hacia el MVP. Pero antes de llegar aquí, el joven estudiante de Harvard pasó desapercibido tanto en Golden State como en Houston, donde no duró ni tres días antes de ser cortado.
El inicio del movimiento “LINsanity” comienza en New Jersey, donde unos discretos Nets y un incrédulo Mike D’Antoni vieron como un hombre falto de minutos y oportunidades se echaba el equipo a la espalda y sacaba adelante un partido, en el que las ausencias de Carmelo y Stoudamire presagiaban un paseo para los locales.
Tras la primera exhibición, llegaron la titularidad ante los Jazz y el primer doble-doble (23 puntos + 10 asistencias) en el duelo ante los Wizards de John Wall.
Cuando llegó el momento de visitar el MSQ, toda la prensa preguntó a Kobe Bryant sobre el “efecto Lin” que se estaba viviendo, al cual respondió con aires de arrogancia, que poco le servirían después de que Lin le endosara 38 puntos y asaltara el pabellón de los Lakers.
2 días más tarde, volvió a superar la barrera de los 20 puntos ante los Wolves de Ricky y Love, y un día después se consagró ante los Raptors con un triple sobre la bocina, delante de Calderon, que dio la victoria a los neoyorkinos.
El auge de Jeremy Lin discurre en paralelo a las lesiones de los dos jugadores franquicia de los NYK, Stoudamire y Carmelo Anthony. Pero sus primeros 6 partidos han evidenciado que estamos ante una gran promesa del baloncesto internacional, que ya ha copado portadas como la del Daily News o la del Sport Ilustrated, reconocidos a nivel mundial.
Tras el parón que ha supuesto el All Star Weekend, es ahora cuando empieza la carrera hacia los Play Offs, objetivo de los Knicks, y es ahora cuando veremos realmente el peso que puede tener Lin dentro de un equipo compuesto por pesos pesados que no solo regresan de sus lesiones, sino que lo hacen con más fuerza que nunca, motivados por el afán de protagonismo propio de las grandes estrellas de la NBA.
¿Hasta dónde llegará “el efecto Lin”?
por Pablo Palacín
@Paul_Palace
por Pablo Palacín
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